Como es natural, el parecido externo no es el único, los datos técnicos son bastante parecidos. Estamos ante el mismo coche pero con la ventaja de tener más espacio para los ocupantes en todos los sentidos. Monta el mismo 6,2 V8 de 525cv, y que a su vez, es el mismo motor del SL 63 AMG.
Al igual que el SL 63, la caja de cambios es automática de 7 relaciones y se llama AMG SPEEDSHIFT MCT.
Sus prestaciones no dejan indiferente a nadie: de 0 a 100 kilómetros por hora en 4,6 segundos y una velocidad máxima limitada a electrónicamente en los 250km/h. Puede dejar atrás a cualquiera.
La amortiguación es de tipo variable, y tiene tres programas de funcionamiento disponible: por un lado tenemos al Comfort, Sport y por último el Sport plus.
El E 63 AMG Estate lleva frenos de disco perforados y ventilados, de 360 mm de diámetro, y los neumáticos son de distinta medida en cada eje: 255/40 R18 delante (con llantas de 9” de anchura) y 285/35 R18 detrás (con llantas de 9,5” de anchura).
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